Shigeru Miyamoto... Nominado al premio «Principe de Asturias».

 

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Shigeru Miyamoto, finalista del Premio Principe de Asturias 2010, un reconocimiento y una motivación para toda la Industria del Videojuego

A media tarde de ayer llegaban noticias oficiales de la Fundación Príncipe de Asturias que confirmaban que por primera vez en la Historia, un creador de videojuegos se había convertido en finalista de los Premios más prestigiosos e internacionales otorgados en nuestro país.

La candidatura propuesta por Gamelab y empujada por vuestros miles de mensajes de apoyo se había impuesto en las votaciones a 21 de los 22 aspirantes con los que competía, nombres propios e instituciones de enorme importancia e influencia a nivel mundial.

En ese momento se encendía la ilusión de todos cuantos hemos creído en esta candidatura pero, sobre todo, se daba un paso importantísimo en el reconocimiento social y cultural del fenómeno del videojuego en nuestro país.

Con su votación, el jurado de los Premios ha puesto de manifiesto que el videojuego es un fenómeno expansivo de magnitud universal al que ya nadie escapa, y en el que la influencia de sus creadores debe de ser aceptada y reconocida por todos.

Los sociólogos Touranie y Bauman son los ganadores del galardón en Comunicación y Humanidades de este 2010, pero a buen seguro que muy pronto el creador más genial e influyente de nuestra industria desfilará por la alfombra que conduce al Teatro Campoamor.

Shigeru Miyamoto: el genio de la comunicación del siglo XXI

La revista Time le encumbró en 2008 como la persona más influyente del mundo. No es el dirigente de una superpotencia, ni un líder religioso, ni un rico empresario… sino el diseñador de videojuegos capaz de imaginar con mayor clarividencia las formas de ocio que revolucionarían de manera irreversible la sociedad de finales del siglo XX y principios del XXI.

El universalmente reconocido “padre del Videojuego moderno” , máximo exponente de una genial generación de creadores interactivos, concibe el Videojuego como un nuevo medio, capaz de unir a las personas en torno a una experiencia compartida, sin distinción de edad, sexo, condición social o cultura.

Gracias a su influencia, hablar de videojuegos hoy en día es hablar de comunicación global, de una forma de expresión tan potente y democrática que, lejos de contradecirse con las ya existentes, las ha absorbido y mejorado a través del lenguaje de la interacción.

Miyamoto plantea sus juegos como un elemento de integración familiar y social, una experiencia que puede ser compartida por padres, hijos y abuelos. Sus ideas parten de la base de que los juegos pueden ayudar a sentir y expresar emociones, y por eso ha dedicado todo su esfuerzo a buscar modelos de entretenimiento universales, capaces de conmover a al jugador, independientemente de la edad, el sexo, e incluso de la cultura o del país del que provenga.

Su legado está detrás de todas las revoluciones tecnológicas y creativas que han permitido la expansión global del ocio interactivo, promoviendo modos de juego que han puesto de manifiesto la potencia del Videojuego como activador mental, físico y social. Y todo ello renunciando a la violencia y otro tipo de contenidos moral y éticamente reprobables.

Es esta visión universalista y expansiva, unida a la fuerza comunicativa de su obra, es la que ha hecho que publicaciones como el New York Times o Mental Floss se hayan apresurado en nombrarle heredero de Walt Disney o en incluirle entre las mentes más brillantes y creativas de la Historia, o que creadores de la talla de Steven Spielberg hayan buscado su colaboración para dar el salto de sus producciones al mundo interactivo.

Wow! Sin duda esta noticia sentará precedente histórico, reconociendo los videojuegos como cultura, que es lo que son.