Pues el 3D no es el futuro, sino el "tacto".
Puede que de primeras no suene algo muy prometedor, pues los humanos, e incluso los animales, utilizan este sentido de toda la vida. Claro que, la cosa cambia"bastante" si los humanos nos convertimos en "creadores" y somos los que "dotamos" a las máquinas de este sentido, hasta ahora reservado exclusivamente a los seres vivos (y a unos más que a otros). Pero ni siquiera hablo de su "posible" desarroyo futuro, aunque si de su mejora, puesto que el tacto en la robótica ya es una realidad.
Y todo gracias a una "fina lámina compuesta de nanotiras de silicio y cubierta de pequeños sensores del tamaño de un píxel, a la que sus autores han bautizado como e-piel".Esta lámina electrónica es capaz de "detectar cambios de temperatura y presión", solo consumiendo en el proceso a penas cinco voltios.
Sus aplicaciones futuras abarcan un campo muy amplio, y ya se prevee su uso en revolucionarias prótesis biónicas de última generación, alfombras electrónicas capaces de reconocer las huellas dactilares de los habitantes de una casa, y asientos que determinen las condiciones físicas de los conductores .
Evidentemente, las maniobras de este tipo nunca son fáciles de ejecutar; principalmente por la falta de visibilidad, que muchas veces es tan intensa que ni las luces del robot sirven para disiparla. Las duras condiciones de trabajo en este medio también suelen complicarse por culpa de las corrientes submarinas, que mecen el robot y todavía vuelven más difícil la ejecución del trabajo.
Pensando en todas estas complicaciones, los ingenieros Alemanes también estudian incorporar el tacto a las máquinas. Concretamente, han desarrollado un robot submarino autónomo, capaz de orientarse en las condiciones más adversas, y en las profundidades más oscuras. Todo esto, gracias a un sensor que mide aproximadamente la mitad de un cabello humano.
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